miércoles, 29 de septiembre de 2010

La "juerga" general


Me parto de risa con los sindicatos y con todos los seguidores de esta huelga, que en lugar de luchar e intentar cambiar la realidad básicamente joden la marrana a todo el mundo.

Me gusta que la gente defienda sus derechos, que nos quejemos de lo que no nos gusta, que el Gobierno se entere de que no puede hacer lo que quiera a sus anchas como si aquí no hubiera nadie afectado... Pero ASÍ NO, YO NO VOY.


¿Para qué una huelga a estas alturas? ¿Qué sentido tiene ahora? ¿Dónde estaban sus señores Toxo y Méndez cuando aún se podía hacer algo, paralizar algo? Sí, sí, de vacaciones, como todos.
Ahora vienen y nos intentan convencer de que el Gobierno no mira por los trabajadores, pero yo me pregunto ¿quién lo hace? Hoy, porque ellos lo han decidido así, tenemos que no ir a trabajar, gritar, exigir algo que es imposible. Además, olvídate de tu sueldo, guapo.

Y cuidadín si vas a trabajar... Disturbios, piquetes "informadores", menos transportes, gente pinchando ruedas de los coches en polígonos industriales, impidiendo a los camioneros aparcar, cortando calles...

Mi hermana trabaja en CCOO y a ella la han obligado a ir a la huelga, evidentenmente, pero el sueldo no se lo devuelve nadie. Y ella, igual de bien que todo el mundo que trabaje con ellos sabe cómo se las gastan, lo mal que lo hacen, y lo poco que defienden los intereses de los trabajadores. Todos los que trabajan con ellos son los primeros explotados y sin derechos.

Yo, por mi parte y como trabajadora en parito... me he quedado en mi casa, viendo por la tele el caos en Madrid, y ahora me han entrado las ganas de desquitarme un poco (necesitaba un paréntesis en el estudio).

Así que no sé cómo lo veis, opiniones habrá para todos los gustos... Pero por favor, que igual que la gente tiene derecho a ir a la huelga, todo el mundo tiene derecho a ir a trabajar y hacerlo de la misma manera que todos los días, sin que molesten y con la tranquilidad de vivir en un mundo civilizado.

martes, 7 de septiembre de 2010

Ayer, tarde Abbey

...somewhere in her smile she knows, that I don't need no other lover...

You're asking me
will my love grow?

I'd like to be under the sea in an octopus's garden with you


I WANT YOU.
I WANT YOU SO BAD BABE

Here comes the sun and I say: It's alright!


Love is all, love is you


...Oh, that magic feeling nowhere to go, nowhere to go...



Always shouts out something obscene

Once there was a way
to get back home,
sleep pretty darling...
Do not cry and I will sing a lullaby...


And in the middle of the celebrations I break down...
Boy, you gotta carry that weight, carry that weight a long time...



Alright... Are you going to be in my dreams tonight?


AND IN THE END THE LOVE YOU TAKE IS EQUAL TO THE LOVE YOU MAKE

sábado, 4 de septiembre de 2010

Because the sky is blue


Después de unos días un poco rápidos y lentos a la vez, en los que han pasado muchas cosas pero para mí todos los días han sido iguales de perros e improductivos... ya tocaba salir de la gran ciudad y respirar un poco de aire limpio. Fuimos de excursión.

Primero había que dejar atrás una etapa de mi vida, firmar para dejar el curro en el que estoy (o estaba, antes de que mi rodilla me dijera que todavía se acuerda de mí y que me he pasado de lista). Fue una bonita manera de empezar la mañana: firma y saludos para todos mis compis de trabajo, lo he pasado muy bien, encantada de conoceros, que todo siga así, me alegro de que hayáis disfrutado de mí igual que yo de vosotros... Lo único que lamento es que no tuve la oportunidad de despedirme de mis abuelotes, pero bueno... ¡para eso necesitaría casi un mes! He prometido llamar de vez en cuando y contar cómo me va.


Y así, un poco más animada después de tanta incertidumbre, nos fuimos a la sierra. Camino de Robledo de Chavela, pasando por el Escorial.


Una casita de madera, 3 perrazos más grandes que yo, dos niños con energía inagotable y unos padres que no pueden ser mejores personas; y algunos personajillos varios que nos dejamos caer por allí. Bebimos, fumamos, comimos paella con marisquito, nos contamos lo perra que es la vida desde la perspectiva individual de cada uno, café con mucho azúcar, disfrutamos del sol. Todo eso en la sierra de Madrid, preciosa... Me da pena que la cámara del siglo XVIII que gasto y mi pulso inexistente no me dejaran retratarla mucho mejor de lo que lo hice, pero bueno, queda en mi mente.

¡Qué buena tarde que nos pasamos! Quiero más, más, más días así.



Dejo por aquí algunas instantáneas del momento y la banda sonora que nos acompañó mientras subíamos por esas carreteras de montaña...